Inmediatamente después de nacer, se detectó una rara protuberancia en el ojo izquierdo de un recién nacido.

El equipo se preguntaba si podía tratarse de un tumor ocular maligno de mal pronóstico si no se trataba. Si ese fuera el caso, una sencilla y oportuna extirpación del tumor de la cavidad orbitaria constituiría la mejor opción para salvar en última instancia la vida del bebé, aunque fuera a costa de perder un ojo.

El especialista en oncología del servicio de telemedicina respondió de inmediato a la consulta del equipo y desaconsejó la extirpación del ojo, pues la protuberancia no parecía ser un tumor ocular congénito maligno. A continuación, el oftalmólogo pediátrico de telemedicina respondió de manera concisa y satisfactoria: “Se trata de un neonato con el párpado evertido. Con la eversión del párpado, se presenta hinchazón y enrojecimiento; parece un bulto, pero no lo es. Se deberá colocar esparadrapo del párpado superior al párpado inferior para cerrar el párpado, y el problema debería desaparecer. Buena suerte”.

La segunda imagen muestra lo invaluable que fue la telemedicina para este joven paciente.

Por: Dr Jaap Karsten